Hace unos días mi papá me pedía escuchar “madera fina” de Yordano, nos la dedicaba a sus hijos. Me envió el enlace del video noventero, justo se estrenaba el año de mi nacimiento, 1990. La letra, la melodía, toda la pieza ¡quede encantado! la carga simbólica que adquiría no solo por el detalle de mi papá sino porque que me trasladaba a mi actividad pastoral con mis chamos de la Vega, unos chamos de “madera fina” que me hacen seguir soñando cosas para y por Venezuela.