Ir al contenido principal

NO ME DOY POR VENCIDO



Era viernes Santo, día de  “guayabo”[1], de profunda interpelación para los cristianos.  Los cuestionamientos están allí, a flor de piel. ¿Hacia dónde va mi vida? ¿Cómo voy viviendo mi juventud y consagración en medio de la realidad que nos embarga como país? Es el día de los ¿Por qué? de los ¿cuándo?, de los ¿dónde?

Es también el día, donde la canción número 1 es “nadie te ama como yo”. Mi  caso es distinto, desde que me levante - “golpeado” espiritualmente - en mi cabeza empezaba a resonar “Yo no me doy por vencido” de Luis Fonsi. Esta canción hasta para lavar los platos me acompañó.

Obviando esa parte “tengo una flor de bolsillo…”  que se las dejo a los panas que están interesado en conquistar el corazón de una mujer, para mí esta canción significó un auténtico dialogo entre Jesús y yo…









Inicie yo:


Me quedo callado, soy como un niño dormido, que  puede despertarse con apenas sólo un ruido…









Respondió Él:


Cuando menos te lo esperas, cuando menos lo imagino sé que un día no me aguanto y voy y te miro...









Siguió Él:
Y te lo digo a los gritos, y te ríes y me tomas por un loco atrevido, pues no sabes cuánto tiempo en mis sueños has vivido ni sospechas cuando te nombré...





Ya me interpelaba, pero Él  hablaba:

yo no me doy por vencido…yo quiero un mundo contigo…juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro una señal del destino, no me canso, no me rindo, no me doy por vencido…

Su fuego me inspiro, me impulsó y reconocí:

estoy tan sólo a un paso de ganarme la alegría, porque el corazón levanta una tormenta enfurecida. desde aquel momento en que te vi...









Le dije: 
Este silencio esconde demasiadas palabras, No me detengo, pase lo que pase seguiré











Volvió a decirme:

“yo no me doy por vencido, yo quiero un mundo contigo, juro que vale la pena esperar, y esperar….
Interrumpí y continúe:   


Señor, 
Te ríes de mis miedos, de mi incoherencia, de mis sueños, todo es amor para ti… 
¿No te cansas? la respuesta es  un rotundo y tajante: ¡no!
Un paso más cada día Señor, el paso del vértigo, el paso difícil, tengo miedo, me tardo pero tú no te cansas…… y no dejas de decirme:

NO ME DOY POR VENCIDO….







Con cariño para mis hermanos de la Parroquia Nuestra Señora de  la Candelaria de Barquisimeto.


Isaac Daniel.








Comentarios

Entradas más populares de este blog

ME DESCUBRISTE

Conversando con el hermano Felix Otaegui S.J. Cuando tenia  cuatro años mi abuela “Tata”  decidió convertirse en mi profesora de lectura. Ella me enseñó a leer. Compró un pequeño librito para las clases y todas las noches dedicaba entre media y una hora a enseñarme alguna lección, las típicas: “amo a mi mamá” “mi mamá me ama” “mimo a mi mamá” “mi mamá me mima”. Todas estas lecciones eran acompañadas por una paciencia admirable, sonrisas, anécdotas y una bebida oficial: agua con azúcar. Esta bebida sigue siendo mi acompañante a la hora de enfrentarme con mis estudios de Filosofía. Desde Wittgenstein a Zubiri, el agua de azúcar no puede faltar.

El cura 69 y la rebeldía Loyola: Una terquedad hermosa.

Con 21 años ingrese a la Compañía de Jesús (Jesuitas). Elegí ser sacerdote ¡ser cura! realmente han sido muchas las inspiraciones que Dios me ha regalado para apostar por esta opción, pero una clave  ha sido mis Padres, ellos en el 2002, trabajando en PDVSA, siendo fiel a sus principios decidieron sumarse al paro petrolero.   Si bien esta decisión, o mejor dicho las consecuencias de la misma, no han sido nada fáciles de asumir, me ha dejado una enseñanza: hacer lo que dicta el corazón (la conciencia) y sí hay miedo Dios ayudará.

La alegría de hacer algo bonito

Mi Papá: Dícese de aquel hombre que a pesar de los años no importan las distancias logra ablandar mi corazón y serenarme.  Es casi media noche, había finalizado el “Desafío Tudela”, hora de llegar a casa aprovechando la cercanía del colegio donde se desarrolló la actividad. Con una sonrisa mi viejo me dijo: “Don Bosco (Papá es salesiano hasta la médula) debe estarse riendo con tu afán.”  Esta frase me sereno… f ue un momento donde se conectaban la impaciencia del sembrador ante la bella sonrisa del Creador reflejada en un rostro humano…