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Mostrando las entradas de marzo, 2016

NO ME DOY POR VENCIDO

Era viernes Santo, día de  “guayabo” [1] , de profunda interpelación para los cristianos.  Los cuestionamientos están allí, a flor de piel. ¿Hacia dónde va mi vida? ¿Cómo voy viviendo mi juventud y consagración en medio de la realidad que nos embarga como país? Es el día de los ¿Por qué? de los ¿cuándo?, de los ¿dónde?

LA NADA DEL FÚTBOL

El fútbol va más allá de 90 minutos y de dos nombres: Messi y Cristiano. El fútbol trasciende.

¡LAURA BENDITA!

La camionetica va vacía, es domingo y es muy temprano. El sol se esconde, a medida que sube la camionetica voy terminando de despertar, todavía falta para llegar a mi destino, a lo lejos veo rastros de lo que seguramente fue una “buena rumba”, mis ojos se detienen al observar una silueta femenina ¡es Laura! Laura con su mano izquierda sostiene una botella de cerveza con la otra sostiene a una pequeña niña. El sueño producto de haberme levantado temprano más la hora y media de viaje se esfuma abruptamente. Esa imagen en segundos se hizo eterna, viví un “cámara lenta”, la camionetica continua y mi mente exclamaba ¡ Que insensata es Laura!

ME DESCUBRISTE

Conversando con el hermano Felix Otaegui S.J. Cuando tenia  cuatro años mi abuela “Tata”  decidió convertirse en mi profesora de lectura. Ella me enseñó a leer. Compró un pequeño librito para las clases y todas las noches dedicaba entre media y una hora a enseñarme alguna lección, las típicas: “amo a mi mamá” “mi mamá me ama” “mimo a mi mamá” “mi mamá me mima”. Todas estas lecciones eran acompañadas por una paciencia admirable, sonrisas, anécdotas y una bebida oficial: agua con azúcar. Esta bebida sigue siendo mi acompañante a la hora de enfrentarme con mis estudios de Filosofía. Desde Wittgenstein a Zubiri, el agua de azúcar no puede faltar.