Hace unos días mi papá me pedía escuchar “madera fina” de Yordano, nos la dedicaba
a sus hijos. Me envió el enlace del video noventero, justo se estrenaba el año
de mi nacimiento, 1990. La letra, la melodía, toda la pieza ¡quede encantado! la
carga simbólica que adquiría no solo por
el detalle de mi papá sino porque que me trasladaba a mi actividad pastoral con
mis chamos de la Vega, unos chamos de “madera fina” que me hacen seguir soñando
cosas para y por Venezuela.
Elegir la vida religiosa, concretamente a la Compañía de Jesús, es abrir el corazón a muchos chamos, hacia allá va caminando mi vocación personal. Abrir el corazón a sus sueños, sus miedos, impotencias y todo lo que la vida y más específicamente la realidad país les va colocando de golpe y que ellos, doy fe, van asumiendo con bastante tesón. Escucharlos inspira y “da espalda” en momentos tan críticos que vive el país.
Lo último y lo más alto de la Vega, en Caracas, es el sector de Las Torres. Lo que separa las últimas casas del sector, de las Torres de Electricidad, es un puente. Un puente que los fines de semana es una cancha de futbol, este puente, se convierte en el “Old Trafford” ¡sí! En el estadio de Manchester United, el puente se convierte en el “teatro de los sueños” como se le conoce al estadio, los chamos son los protagonistas. Dado las particularidades de la cancha improvisada, es común que la pelota se vaya “cerro abajo” y se pierda un rato del partido en su búsqueda, pero no es tiempo perdido, es un tiempo donde los chamos hablan y hablan, mientras sueñan, me contagian de sus sueños. Hay días donde Papá Dios da la gracia de animarlos, como dice la canción de Yordano, con un chiste se logra arrancar esa mirada de “animal mal herido” y convencerlos de que este país ha tenido la suerte de tenerlos como sus hijos, unos hijos de “madera fina.”
Siguiendo con el video de Yordano, al leer los comentarios del video en
Youtube se percibe la nostalgia de años pasados, comentarios como: “aquellos tiempos tan bonitos” “VENEZUELA, tierra bendita! saldrás adelante
de la Mano de DIOS” “Desearía que en verdad existiera el DeLorean para
manejar hacia el pasado y no volver al futuro”… estos comentarios no se alejan de la realidad
país, sin embargo el inicio de clases, el inicio de año escolar en medio de
tantas incertidumbre, es generador de buenas noticias: ver en nuestras calles
franelas blancas, azules, beige es motivo de esperanza, cuando las fuerzas
parecen acabarse aparecen luces que
alumbran más de una sonrisa: en el metro, en las “camioneticas” es real, es una
esperanza real… y una invitación:
“vamos a cuidar el bosque Porque hay madera fina, (madera
fina) Y Amor, amor de
madera fina Y no se parte con el tiempo Se hace fuerte con el tiempo
Y amor, amor de madera fina.”
En este
momento, en este inicio de año escolar, todos nos debemos convertir en
educadores de nuestros chamos: que escuchen nuestros sueños, que nos
escuchen criticando con argumentos, dejando de lado fanatismos, que nos vean
reír… y cuando esto se nos haga cuesta arriba, mirarlos y ver que ellos son de “madera
fina”, de esa que recupera y reimpulsa un país.
Una nueva versión del clásico de Yordano:
:o <3
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