El año 2002 cambió mi vida, mis papás eran despedidos de PDVSA y mi vida toma otro giro. Inicia una lucha que no se contabiliza a 81 días, sino que lleva más de 15 años. La lucha se remite al vivir con alegría, esperanza, ilusión en medio de situaciones adversas. Usando una frase, típica de Forrest Gump “mi mamá decía”, mi mamá dice que lo único que le agradece al gobierno de Chávez fue que yo haya llegado al colegio Cristo Rey, sino según ella estuviese en malos pasos. Pero esto no se trata de mí, sino de una monjita.