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Primer caminante a los azules II: Una invitación a vivir con más sumas que restas.



Primer Caminante,


Te descubrí aquella tarde en el silencio. Entre montañas, nada había improvisado. Todo estaba arreglado, sonreías ante el miedo que delataban las miradas de los chamos. Sonreías por mi “tembladera” a causa del frío y los nervios ante lo que era mi primera experiencia acompañando una tanda de ejercicios de HUELLAS. Con un nudo en mi voz, sin tú preguntarme, te dije: “Animo y liberalidad.”   





Desde que ingrese a la Compañía de Jesús, escuchar sobre el Movimiento Juvenil HUELLAS ha sido constante. De alguna forma sentir el llamado a trabajar con jóvenes hacía/ hace prestar atención a todos los pasos que va dando el Movimiento. También, soy sincero, reconozco no he leído ninguna bitácora, ningún manual ni conozco la misión – visión.  Pero luego de esta semana en Mérida  acompañando en sus Ejercicios a 64 huellistas de la Zona Andes me tomo el atrevimiento de “intentar” definir al huellista:

El huellista es un ser en esencia libre, “rompe esquemas” ya que se desliga de las dinámicas dañinas que hoy intoxican al país. Este desligarse no lo hace ajeno a la realidad, lo hace trascender. El huellista trasciende lo que hoy podrían llamarse “fronteras” sociales, políticas y lo hace desde un tesoro sin igual como lo es la juventud.  Va más allá de lo común, le encuentra sentido a cosas que otros no vemos. Se arriesga con autenticidad, es apasionado e idealista…


A mi parecer la experiencia de los Ejercicios Espirituales les permite a los huellistas “dar un paso más”, significa madurar dentro del movimiento: agradecer por aquellos años en Blancas, Rojas, aquella experiencia nacional del Campamento en Verdes, sirve para darle nombre al camión de emociones que se experimentan en el campamento misión de Azules I. También sirve para preguntarse por lo que vendrá: estudios universitarios, la etapa de Doradas, etc…  Es una experiencia donde el primer caminante sigue invitando a generar vida, una vida con más sumas que restas.

En tiempos de incertidumbres, desconfianzas e inquietudes el huellista revaloriza y dinamiza aquella jaculatoria que parece dejársele solo a los mayores: “Jesús en ti confío”. El huellista no la dice en un sentido conformista, el huellista la emplea con seguridad: Jesús, Primer caminante, en ti confío… ¡esta confianza se contagia!

Luego de esta semana, finalizo con aquella canción noventera de Yordano que hoy se convierte en invitación: “Vamos a cuidar el bosque, porque hay madera fina” y es que  el huellista, sin dudas,  es de “madera fina” A Mayor Gloria de Dios.






La canción de las dos tandas de EE.EE: 


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